La tragedia golpea el béisbol, recordando a Roy Halladay

La tragedia golpeó al mundo del béisbol este martes 8 de noviembre de 2017, cuando se conoció que el ex lanzador de Grandes Ligas Roy Halladay había fallecido a la edad de 40 años en un accidente aéreo en Florida .

Halladay era un lanzador especial, un verdadero maestro en el montículo, querido por sus compañeros de equipo y fanáticos en Toronto, en Filadelfia y en toda las mayores. Todos tienen un recuerdo de él, especialmente si tuvieron la suerte de verlo lanzar cada cinco días para los Azulejos o los Filis, pero el que más resuena en general es su no-hitter contra los Rojos en la postemporada 2010 .

Fue un juego televisado a nivel nacional, fue la postemporada, fue un juego sin hits. Si Halladay era alguien a quien le habías prestado atención (por alguna razón), fue hasta ese momento.

Tal vez pasó por tiempos malos pero siempre tuvo la precisión y el arte que lo hicieron tan difícil de enfrentar. Hay una razón por la que recibió votos de Cy Young en seis temporadas consecutivas jugando para dos equipos diferentes en dos ligas diferentes.

Roy Halladay ganó su segundo Premio Cy Young en el 2010, y eso creó un pequeño problema. Halladay quería encontrar la manera de reconocer los méritos que su entonces receptor, el panameño Carlos Ruiz, tuvo para ayudarlo a ganar el codiciado premio. Y quería hacerlo de la manera más discreta posible.

Entonces, a escondidas, procedió a ordenar una réplica del trofeo, la envolvió en una simple caja de cartón y la colocó en el casillero de Ruiz después de un juego de la Liga de la Toronja en el 2011. El mensaje que se leía por encima fue típicamente subestimado. “De: Roy. Para: Chooch”.

Halladay, uno de los lanzadores más dominantes y competitivos de su generación -y uno de los mejores seres humanos que hayan vestido un uniforme de Grandes Ligas- falleció el martes , cuando su avión privado se estrelló en el Golfo de México. Tenía 40 años de edad.

Los tributos y condolencias comenzaron a surgir por parte del mundo del béisbol de Grandes Ligas para un lanzador derecho que se estableció tras 12 temporadas con los Azulejos, antes de pasar las últimas cuatro campañas de su carrera con los Filis.

El Comisionado Rob Manfred emitió la siguiente declaración:

“Todos estamos en shock y profundamente entristecidos por la trágica muerta del ex lanzador de los Azulejos de Toronto y los Filis de Filadelfia, Roy Halladay. Una persona respetada a lo largo y ancho del béisbol, Roy fue un gran competidor durante su carrera de 16 años, que incluyó ocho participaciones en el Juego de Estrellas, dos Premios Cy Young, un juego perfecto y un juego sin hit ni carrera en la postemporada.

“En nombre de Major League Baseball, extiendo mis más profundas condolencias a su familia, incluida su esposa Brandy y sus dos hijos, Ryan y Braden, sus amigos y sus innumerables fanáticos, además de a las organizaciones de los Filis y los Azulejos”.

La marquesina instalada por fuera del Citizens Bank Park la noche del martes exhibía una fotografía de Halladay con su nombre y una simple anotación: 1977-2017.

Conociendo un poco su trayectoria

Halladay fue seleccionado por Toronto en la primera ronda del Draft amateur proveniente de la Preparatoria Arvada West de Colorado en 1995. En su segunda apertura de Grandes Ligas, contra los Tigres en 1998, lanzaba un no-hitter que terminó con dos outs en la novena entrada cuando Bobby Higginson le sacó la bola del parque. Tres años después, tuvo un desempeño tan malo que fue bajado hasta Clase-A, donde el coach de pitcheo Mel Queen cambió su mecánica de lanzar con un ángulo de tiro más bajo.

Y desde ese momento hasta que las lesiones en su hombro lo obligaron a retirarse, el “Doc” fue uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas. En el 2002 se ganó la primera de ocho convocatorias al Juego de Estrellas. Un año después, ganó su primer Cy Young tras finalizar con marca de 22-7 y efectividad de 3.25.

Su consistencia lo llevó a encabezar la liga en entradas lanzadas cuatro veces y lograr 67 juegos completos.

Halladay finalizó con récord de 148-76 por los Azulejos y se convirtió en un ícono de la franquicia. Luego a la edad de 33 años y buscando lanzar en la postemporada por primera vez, ayudó a despejar el camino para un canje en el invierno del 2009-10 que lo envió a los Filis a cambio del receptor Travis d’Arnaud, el derecho Kyle Drabek y el jardinero Michael Taylor.

En el 2013 firmó un contrato por un día para poder retirarse con los Azulejos.

Halladay tuvo una primera temporada de ensueño en Filadelfia, con marca de 21-10 y 2.44 de efectividad que le valió ganar su segundo Premio Cy Young. Pero su impacto fue aun más allá de eso.

El cubano Fredi González era el timonel de los Marlins en ese entonces.

“Era una de esas pocas personas que cuando te lo encontrabas, ya sea en el clubhouse o en el pasillo, siempre se tomaba el tiempo para ayudar a los demás”, recordó González el martes. “Siempre tenía tiempo para ayudarte. Sin duda era una persona bien especial”.

Al mismo tiempo, Halladay era bien conocido por su estricta rutina de trabajo.

“Era una persona bien amable con la gente, pero cuando llegaba la hora de prepararse para jugar, era un hombre centrado, recordó su coach de pitcheo con los Filis, Rich Dubee. “Pero en su tiempo libre, era un excelente compañero”.

Halladay le dio crédito al psicólogo deportivo, el Dr. Harvey Dorfman, por haberlo ayudado en su enfoque mental sobre el juego, y también pasó tiempo trabajando con los jugadores jóvenes de los Filis.

“Estamos consternados con la trágica noticia de la muerte de Roy Halladay”, expresaron los Filis mediante un notificado. No hay palabras para describir la tristeza que toda la familia de los Filis está sintiendo con la pérdida de una de las personas más respetadas que jamás haya jugado pelota. Es con una profunda tristeza que expresamos nuestras condolencias a Brandy, Ryan and Braden”.

Halladay se retiró después de la temporada del 2013. Hubiese podido jugar por más tiempo, pero deseaba pasar más tiempo junto a su familia y hacer las cosas que él amaba. Dos de esas cosas eran entrenar a sus hijos y pilotear aviones.

* Este artículo contiene extractos de su fuente original en LasMayores.com