Edgar Martínez el bateador designado por excelencia
Llamamos bateador fino a esos que tiene un swing y contacto tan elegante como poderoso. Pocos caben en este renglón, bateadores buenos hay muchos, pero otros son la caracterización perfecta de la mecánica para conectar la pelota de béisbol.
Uno de esos es el bateador designado por excelencia de los Marineros de Seattle, Edgar Martínez. Como olvidar un jugador que promedió en su carrera .312 y que muchos lanzadores, entre ellos Pedro Martinez y Mariano Rivera lo reconocen como uno de lo bateadores más difíciles.
Era parte de esa poderosa alineación junto a Ken Griffrey Jr. y Alex Rodríguez de la década de 1990, pero también fue parte fundamental en los Marineros de 2001 que lograron 116 victorias, y el único que permaneció en dicho equipo hasta su retiro.
Sus orígenes
El apodado “Gar” nació en la ciudad de Nueva York en 1963 pero claramente sus raíces boricuas siempre han estado en primer plano, criándose en la comunidad de Dorado en Puerto Rico, siendo el lugar donde tuvo sus primeros contactos en el deporte, junto a otro gran jugador boricua quién era su primo, Carmelo Martínez.
Edgar cuenta que tras ver a Roberto Clemente en la Serie Mundial de 1971 con los Piratas de Pittsburg, se motivó a jugar béisbol.
“Después de eso me enganché al béisbol”. , dijo Martínez.
Sus padres se mudaron nuevamente a Nueva York pero Martínez optó por quedarse con sus abuelos en Puerto Rico. “Se encerró en su habitación y no quería salir, no quería irse”, dijo el tío de Martínez, José Juan Rivera.
A los 20 años (1982) consiguió un contrato de Liga Menor con los Marineros, debutando en 1987 con los Marineros de Seattle pero tuvo un inicio discreto, problemas para establecerse en la plantilla del equipo hasta 1990 cuando empezó a ocupar la tercera base reemplazando a Jim Presley. A partir de ese año sus números fueron en ascenso y para 1992 ganó su primer título de bateo con .343 de promedio. En dicha temporada destacó su contacto con 181 hits y 46 dobles, además de participar en el juego de las estrellas.
Martinez pasó toda su carrera de 18 años en Grandes Ligas con los Marineros
Las lesiones
En sus primeros años Martínez se mantuvo jugando la tercera base pero honestaemente nunca destacó como un defensa estelar. Solamente en 1990 y 1991 cubrió de forma regular la antesala, después de una lesión sufrida en un partido de exhibición en el BC Place Stadium (Canadá) no volvió a ser el mismo.
En 1993 solo pudo disputar 42 juegos debido a esta lesión (músculos tibiales), además acarreaba otras lesiones (hombro) que mermaron su capacidad en ambos lados del juego (ofensiva y defensa). Claramente estos problemas arrojaban dudas en el futuro de Martinez que ya había logrado una extensión de contrato con los Marineros por 3 años y 10 millones de dólares.
Tras la huelga de 1994, Edgar se reinventó como un bateador designado de tiempo completo en 1995. Por supuesto este nuevo rumbo trajo un resultado impresionante en la carrera del boricua, llevándose el título de bateo con .356 de promedio, además de disparar 29 jonrones, 113 remolcadas, 52 dobles y un OBP de .479
Martinez es el único bateador designado que ha ganado un título de bateo (1995 con .356)
Esa temporada (1995) los Marineros se enfrentaron a los Yankees en los playoffs, siendo Martínez uno de los bateadores más calientes de la serie, destacando el famoso batazo denominado como “el doble” que conecto en el quinto partido para ayudar a conseguir la única victoria de los Marineros en esa postemporada. Tuvo una serie monstruosa con promedio de .571, 2 jonrones y 10 impulsadas.
Edgar Martínez también formó parte del famoso Dream Team que ganó la Serie del Caribe en 1995 representando al equipo de Puerto Rico, junto a el Bernie Williams, Roberto Alomar, Juan “Igor” González, Carlos Baerga, Ruben Sierra y su primo Carmelo Martínez.
Martínez fue uno de los bateadores más temidos en las Grandes Ligas. Ganó un total de cinco Bates de Plata (1992, 1995, 1997, 2001 y 2003) y repetiría el premio al mejor bateador designado en 1997, 1998, 2000 y 2001.
A pesar de ser uno de los mejores bateadores también cargaba con la sombra de las lesiones, por ejemplo en 1996 en el juego de estrellas estuvo cubriendo la tercera base y terminó en la lista de lesionados tras una colisión con el catcher John Marzano.
Otra situación eran sus problemas oculares relacionados con el estrabismo, una condición de por vida para Martínez. Este problema afecta la coordinación de los ojos, causando que pierda el foco. Primero fue diagnosticado con la condición en las ligas menores, pero el problema tiende a empeorar con la edad. En 1999, Martínez comenzó a perder de vista los lanzamientos y parecía encaminarse hacia la lista de lesionados. Incluso se consideraba el retiro…
Era habitual ver a Martinez 30 minutos antes de los partidos haciendo ejercicios oculares.
A pesar de estos problemas Edgar se mantuvo en las Grandes Ligas con un gran nivel. En el 2000 lideró la Liga Americana en carreras impulsadas (145), fue seleccionado para su quinto All-Star Game, conectó 37 jonrones (máxima cantidad en su carrera) y terminó sexto en la votación para el MVP.
Con los Marineros de las 116 victorias en 2001, Martínez fue nuevamente seleccionado para el Juego de las Estrellas que tuvo lugar en casa (Safeco Field).
En 2002 sufriría otra lesión y se sometió a cirugía perdiendo casi toda la temporada. Para 2003 se recuperó y firmó buenos números con .294 de promecio, 24 jonrones, 98 remolcadas y .403 OBP.
Con 41 años y las lesiones pasándole más factura que nunca decidió anunciar su retiro al término de la temporada 2004.
“Es difícil, muy difícil, siento en mi mente y en mi corazón que quiero seguir jugando. Pero mi cuerpo dice algo diferente, así que siento que esta es una buena decisión.”
Edgar se transformó en la figura más respetada y querida de los Marineros. Grandes jugadores como Ken Griffrey Jr. y Alex Rodríguez dejaban el equipo mientras que Edgar se mantuvo toda su carrera con la franquicia, e incluso al día de hoy vive en el estado de Washington junto a su esposa Holli que también es nativa de la ciudad.
En la actualizad es coach de bateo de los Marineros
Desde su retiro, ha recibido un sinnúmero de reconocimientos. En Seattle, nombraron una calle en su honor, decretaron el 2 de octubre el día de Edgar Martínez y recientemente el pasado 12 de agosto de 2017 su número 11 fue oficialmente retirado del uniforme de los Marineros.
Martínez jugó 18 temporadas con los Marineros de Seattle y bateó .312 con 309 jonrones. 2 títulos de bateo, 5 bates de plata y 7 juego de estrellas.
Camino difícil al Cooperstown
Martínez lleva nueve años en la boleta como candidato al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, pero aún no ha recibido los votos requeridos para entrar a Cooperstown.
El último episodio ha ocurrido en las votaciones de 2018, donde Martínez era el cuarto mejor en las votaciones y se quedó fuera por 20 votos. El próximo es su último año de elegibilidad y las reacciones de enojo no se hicieron esperar tras conocerse que solo Chipper Jones, Vladimir Guerrero, Jim Thome y Trevor Hoffman fueron los elegidos.
Muchos lo catalogan como el mejor bateador designado de la historia, incluso el premio al mejor DH cada temporada se llama Edgar Martínez.
En su último año de votación y tan cerca de ser elegido, se espera que 2019 sea el año donde un segundo jugador entre a Cooperstown con la gorra de los Marineros.